
Ese mismo día se publicó en Heraldo de Aragón la nueva colaboración que había escrito, "Jánovas". Son las casualidades de la vida, porque, cuando mi madre estaba ya muy enferma, le pregunté de qué quería que escribiera en enero y ella me contestó que de Javierre de Ara, de Jánovas, el pueblo, la tierra que un día debió abandonar por ese pantano que, finalmente, no se construyó.
Sirvan ese escrito y otro, precioso, redactado por José Javier Rueda, también en Heraldo, de homenaje y recuerdo a una mujer que significó todo en mi vida y cuyo legado vital nunca olvidaré y tendré presente siempre.