El tiempo corre tan rápido que olvida momentos.
No quiero que eso ocurra con el que vivió Caperucita, la que no vivió en el Pirineo, en el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo de Sabiñánigo.
Deseo agradecer a su grupo de lectura "Libros y latidos", en especial, a Begoña, que me invitara a estar en un lugar tan simbólico y especial, porque conserva el pasado que fuimos y explica el presente que somos.
Gracias a todos y todas las que estuvisteis el pasado 23 de marzo allí acompañándome.
 |
Diario del AltoAragón |