domingo, 30 de septiembre de 2018

En Monegrillo


Hay lugares de gentes especiales, que emocionan y transmiten los mejores valores del ser humano. Monegrillo y sus habitantes es uno de ellos. 

Mis padres y yo tuvimos la suerte de vivir allí durante unos años de mi niñez. Allí en la escuela de parvulitos del viejo ayuntamiento aprendí a trazar mis primeras letras. Allí, entre juegos y risas, nadaron algunos años de mi infancia entre mares de trigales y amapolas. Allí, a pesar del tiempo pasado, se hallan algunas de mis amigas y amigos esenciales.

Gracias, en nombre de mi padre, que ya no vive, y de mi madre, que lo hace de una forma muy limitada,y en el mío propio por todo lo que nos disteis en aquellos años.

Gracias por la tarde de ayer en la Biblioteca Pública "Ángel Jaria" de Monegrillo. Nunca la olvidaré.