En la Universidad de verano en Jaca tuve mi primer trabajo como bibliotecaria y profesora de español para extranjeros, y en su residencia viví durante aquel tiempo.
Este verano he regresado al mismo lugar, para participar en el curso extraordinario Aragonés y catalán en la historia lingüística de
Aragón. En él he impartido la ponencia “Las primeras estudiosas
del aragonés y del catalán de Aragón”, en la que, además de hablar de estas pioneras, he realizado un estado de la cuestión sobre el binomio mujer y lenguas propias de Aragón.
Entre un hecho y otro han pasado treinta años. Sin embargo, la ilusión y la emoción han sido las mismas.